miércoles, 2 de diciembre de 2015

Papás en Hong Kong: La paradoja del breast feeding

Papás en Hong Kong: La paradoja del breast feeding: No he tenido ningún embarazo en España así que no sé como son de pesados matronas y ginecólogos respecto de las virtudes y ventajas de la l...

La paradoja del breast feeding

No he tenido ningún embarazo en España así que no sé como son de pesados matronas y ginecólogos respecto de las virtudes y ventajas de la lactancia materna. Lo que sé es que aquí lo son mucho...pero solo en la teoría. Me explico:
Desde la primera vez que pones un pie en el hospital el bombardeo es constante. Carteles por todas partes, vídeos demostrativos, estudios de todo tipo que te hacen pensar que si no le das el pecho a tu hijo estás poco menos que negándole la vida. Hasta hay panfletos que, apuntando a lo que mas le duele a los chinos, hacen un estudio del dinero que te ahorrarías al año en leche si tuvieses lactancia materna exclusiva.
Una vez que das a luz, la presión se intensifica. Hay una matrona en el hospital, mientras estás ingresada, cuya única función es enseñarte a dar de mamar, y lo mismo sucede en la primera  revisión pediátrica. Pero es todo de boquilla, porque después todo son dificultades.
Yo no me considero ni mejor ni peor madre que nadie, ni voy a criticar a quien no decida darle el pecho a su hijo porque hay mil y una razones y seguro que el dinero que cuesta la leche no es una de ellas, pero yo quise y quiero darle el pecho a Roque, por él y por mí, y os aseguro que no siempre es sencillo.
Por la calle está mal visto, incluso hay sitios donde específicamente está prohibido. En algunas cafeterías, las menos, hay algunas mesas en las que te lo permiten. Tapándote, eso sí. Así que Roque muchas veces tiene que comer bajo una manta, pasando calor, porque debe ser desagradable ver a una madre hacer la cosa mas natural del mundo, alimentar a su hijo.
Pero es que en los hospitales, donde casi te exigían que le dieras el pecho, es todavía peor. Si quieres hacerlo, puedes, por supuesto, pero has de ir a una sala específica para ello. Con el aire acondicionado a tope y o bien en una planta diferente a la del doctor, como en el ambulatorio de nuestro distrito, o simplemente sin avisador de turno como en el hospital donde nació Roque. Así que si, mientras le estás dando el pecho a tu hijo (y es un recién nacido así que es con cierta frecuencia) te llega tu turno y no te enteras, pues mala suerte.
En la revisión del primer mes te lo vuelven a preguntar, y si como en mi caso le dices que sí, que continúas dándole el pecho, la cara de sorpresa es brutal. Y  no me extraña, con la de trabas que te ponen y con la irrisoria baja por maternidad que te conceden aquí (diez semanas, pero juntando el tiempo que cojas antes del parto y después) lo normal es que te rindas mas pronto que tarde.
Yo de momento no me rindo, a él cada vez le gusta mas y a mí incluso más que a él. Y  aunque alguna toma la hagamos de leche de fórmula porque él parece que a veces se queda con hambre, yo voy a tratar de  alargar esto todo el tiempo posible. Porque puedo. Y porque me encanta.




jueves, 12 de noviembre de 2015

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La llegada de Roque según mamá y papá ( mes y medio mas tarde)


       
                                                            A los ojos de mamá:

   Pues Roque no se hizo esperar mucho y al igual que su  hermano llegó al mundo en la semana 37 con la súper luna llena. El día 28 de octubre a las 3:45 pm nuestro pequeño larguito nos convirtió en las personas mas felices del mundo.
  Siempre pensé que cuando llegase el momento iba a estar nerviosa, o por lo menos mas nerviosa que en el parto de Iago. Por eso de dar a luz en otro país rodeada de gente que tan diferente a ti, expresándome en un idioma distinto al mío... bueno todo esto y sin fin de cosas mas, pero no fue así.  Estuve en todo momento tranquila y segura, mi unica preocupación era Iago. Sabía que estaba bien cuidado, pero sentía la necesidad de explicarle todo para que pudiese entender que, aunque faltase unos días de casa y al volver estuviese súper ocupada con un renacuajo que casi no me deja tiempo para nada mas, nadie le iba a robar su sitio.
 El domingo 27 me sentía muy cansada, con las manos y la cara raras e incluso diría que algo hinchadas. Nos fuimos a dominguear por el centro de Hong Kong, por la isla. Estuvimos desayunando de relax, de compras para Iago y Roque... Cerca del mediodía, cuando estábamos decidiendo donde comer, me empezaron unas contracciones que por momentos se volvían regulares por lo que nos asustamos un poco. Dani me sugirió volver para casa a descansar y ver que pasaba y yo, que soy poco de eso (descansar y esatar en casa,) ese día acepté encantada de la vida. En casa todo seguía igual, pero como me habían dicho que tenia que ir rápidamente al hospital porque necesitaban ponerme antibiótico al haber dado positivo en la prueba del estreptococo, decidimos ir, tras dejar a Iago dormido y avisar a nuestro amigo Rober para que se quedase con él.
En el hospital me miraron y no estaba nada dilatada pero decidieron dejarme ingresada de todos modos, así que Dani y yo nos pasamos la noche sentados en unas sillas charlando porque hasta ni tenia contracciones. A las 5 de la mañana le dije a Dani que lo mejor era que se fuese a casa y que preparase las cosas de Iago para el cole y que luego me fuese a buscar por que estaba segura de que me darian el alta por la mañana.
Me trajeron conggie para desayunar, no me gusta nada, es una especie de sopa de arroz así que llame a Dani para decirle que necesitaba que me trajese el desayuno. Y en esas estaba cuando pasó una   doctora para decirme que me iban a provocar el parto a lo largo de la mañana.
Suena mi teléfono:
¿Cómo quieres el café y qué tostadas?
No quiero nada, mejor vente que en unas horas vamos a conocer a Roque.
Y asi empezó todo: a las 12 me subieron a la sala. Mientras Dani se cambiaba me rompieron la bolsa y a las 12:15 empezaron a ponerme oxitocina. Tenia mas que claro que quería pasar las contracciones en una pelota de pilates así que a las 12:30 ya estaba sentada en mi bendita pelota con mi maridin dándome masajes. Me preguntaron si quería la epidural ya, como pensaba que iba a ser un parto larguísimo no la quise en ese primer momento. a la hora y media o dos horas primer tacto...2 cm . Eso me hizó confirmar mi teoría de que la cosa iba para largo pero las contracciones eran súper llevaderas e incluso estaba de acuerdo cada vez que me preguntaban si aumentaban oxoticina.
Esta ultima subida de oxitocina trajo consigo contracciones muy muy muy frecuentes y dolorosas tanto que en media hora pasé de 2 cm a 10 . Cuando quise poner la epidural me dijeron que no daba ni tiempo a avisar al anestesista que lo que tocaba ahora !Qué sensaciones de dolor de algo nuevo! !Qué diferente era todo comparado con mi primer parto con epidural en el que no me había caído ni una lágrima...! En este creo que lágrimas no muchas,o es lo que recuerdo, pero chillar chillé con todas mis fuerzas. No lo podía controlar, tanto es así que al día siguiente tenía la garganta irritada.
Y llegó ese momento que no olvidaré nunca, ese instante en el que veo esa carita tan preciosa acompañado de una sensación de plenitud. Tras unos últimos momentos difíciles, ya está aquí. Lo pude hacer. Lo conseguimos.
Miraba para Dani, que no podía dejar de llorar y me sentía un poco mal por él, por toda la tensión que el pobre tuvo que soportar al verme a mi así, chillando como una loca. Él miraba a Roque, le tocaba, me miraba a mi y lloraba. Su siguiente reacción fue coger el móvil y llamar a casa. Iago estaba con Joemel, la chica que le cuida, pero fue él quien descolgó el teléfono y cuando papi le dijo que Roque había salido de la barriga se puso loco de contento a saltar.
Después de hora y media que pasó rapidísimo haciendo piel con piel llegó el momento de bajar para la habitación y de que se llevasen al bebe para hacerle un chequeo y bañarlo y ahí empezó la pesadilla  porque al rato apareció una enfermera para decirme que el bebe se quedaría en observación, que mientras lo bañaban habían descubierto una pequeña dificultad respiratoria. No me apetece ni hablar de lo duro que fue ese momento. Tras hacerle todas las pruebas de mundo e ir dando todas bien la conclusión fue que los pulmones de Roque aun no estaban lo suficientemente maduros y que no había expulsado todo el liquido al nacer pero que estaba completamente sano.

Y llego el dia de llegar a casa y hacer las presentaciones oficiales entre hermanos, Iago nos dejo gratamente sorprendidos, con su hermano es todo ternura, aunque como es normal tiene momentos de celos. !La vida le cambió mucho!
No os vamos a negar que el día a día no siempre es fácil, y prueba de ello es que tardamos mas de un mes en encontrar un hueco para dedicarle al blog, pero a pesar de la falta de sueño y ciertos momentos de caos puro, no podemos estar mas contentos.























A los ojos de papá...


Yo en el parto de Iago no estuve. Estaba allí, lo vi nacer, pero ni sufrí, ni me emocioné ni de lejos tanto como esta vez. Será que con Iago el último mes y medio de embarazo estuve lejos y no lo viví tanto, o será que al estar María con la epidural y casi de risas en la sala de parto, no fui consciente del atentado tan brutal a la física que supone un nacimiento.
El caso es que esta vez fue diferente. No el comienzo, porque igual que entonces, fuimos al hospital de noche y el trabajo de parto no empezó hasta la mañana siguiente y provocado. Yo después de pasar la noche en el pasillo, (aquí en HK no se puede estar en la habitación con la madre nada mas que en las estrictas horas de visita así que ella salía al pasillo conmigo) me fui a casa a dormir un rato y llevar a Iago al cole. Era muy importante para nosotros que desde el principio Iago sintiese que las cosas cambiaban lo menos posible, y aunque contratamos a una persona por lo que pudiese pasar esos días (sin familia cerca la logística a veces se complica) yo prefería hacerlo en persona como siempre para que él no se sintiese desplazado.
Volví al hospital y cuando pensaba que nos iríamos para casa porque Maria apenas tenía contracciones y aun esábamos en la semana 37, me llamó para decirme que le iban a provocar el parto.
Del hospital, solo podemos tener buenas palabras. La matrona que nos atendió nos ayudó en todo momento. Hasta trajo aceites aromáticos y se puso a darle masajes a María durante las contracciones!
Luego, todo pasó muy rápido. La oxitocina hizo su trabajo (de más diría yo) y en poco mas de media hora la dilatación estaba completa. Asumimos entre asustados y expectantes que la epidural, el  invento del siglo, no iba a ser nuestra aliada esta vez, y María comenzó a empujar.
Es difícil para el padre saber que pensar. Estás allí, la ves sufrir, y no eres capaz de ponerse en su piel para saber lo que piensa. Quieres ayudar pero la mayoría de las veces piensas que solo estorbas. Es una pelea en la que, asumámoslo, tú pintas poco. Dicen que hay un momento en que a la madre le cambia la voz, empieza a utilizar la otra parte del cerebro y no se le puede ni hablar porque no atiende a razones. Yo tengo muy claro cuando pasó: en el momento en que María, que ya llevaba chillando un rato, les empezó a hablar en español a las matronas, me quise hacer invisible. Y estoy seguro de que ellas, de haber podido, se hubiesen escondido de buena gana debajo de la camilla. !Acojona, en serio!
De ahí  al nacimiento de Roque pasó poco tiempo, no sé cuando porque es como si la noción del paso de los minutos quedase en suspenso. Casi no te acuerdas de respirar de lo concentrado que estàs. Y entonces nace. Y solo puedes mirarlo. Y mirarla a ella. Y admirarla. Y llorar. No sé si es alegría, emoción o simplemente la única forma de liberar una tensión que ha ido creciendo dentro, pero el caso es que lo único que me salía era llorar como un bobo.
Después, me dejaron cortar el cordón umbilical, lo pesaron, lo envolvieron en una manta rosa horrible y le pusieron un gorro amarillo mas feo aun. Pero igualmente estaba precioso. Al momento, una de las matronas sacó una cámara de fotos para inmortalizar el momento  como si estuviésemos en medio del looping de el Dragon Khan. Y es que claro, dando a luz en China, !la foto no podía faltar! Incluso en las clases pre parto (por cierto, una maravilla en el Queen Elizabeth) la matrona preguntó si alguien tenía pensado comprar una cámara o algún otro dispositivo nuevo específicamente para grabar el nacimiento, por aquello de que aprendieran bien el funcionamiento antes y no se tupieran en el peor momento... !y dos parejas levantaron la mano! Está claro, aquí sin foto, sin instagram y sin facebook no se vive.
Tras unos días en el hospital por un pequeño problemilla, nos fuimos para casa. Iago nos esperaba con 39 de fiebre y medio dormido pero aun así se alegró mucho de que Rocket, como él le llama, hubiese salido por fin de la barriga. !Por fin estábamos todos juntos!
Y en esas estamos. Acostumbrándonos a ser uno mas en la familia, a ceder todos un poquito de nuestro tiempo (que afortunadamente es bastante) y de nuestro espacio (no tanto por desgracia) y a disfrutar. Sobre todo a disfrutar de los momentos que tanto Roque como Iago nos dan cada día. 

lunes, 14 de septiembre de 2015

El nido en tamaño mini

Se conoce como Síndrome del Nido a un tipo de conducta que se produce con frecuencia en las mujeres embarazadas consistente en incrementar el tiempo dedicado al orden y limpieza de la casa, a poner en orden las estancias, lavar las ropas, etc. Este tipo de conducta se da principalmente en el tercer trimestre del embarazo, es decir en fechas que se acercan a término. Algunos expertos plantean como hipótesis para explicar esta conducta que es una forma de afrontar la ansiedad ante la llegada del nuevo bebé, o como deseo de controlar la nueva situación. En todo caso esta actividad provoca sensación de tranquilidad y confianza a la futura madre.

 Pues en esas estamos, con el síndrome afectando de pleno...(diría Dani que yo tengo ese síndrome todo el año con o sin embarazo).

  Está muy bien y es algo precioso eso de preparar todo para la llegada del nuevo miembro de la familia. Pero cuando vives en una ciudad como Hong Kong, donde el espacio escasea y los pisos son de tamaño Pinypon, la cosa puede llegar a complicarse y ese sentimiento de ilusión a veces se transforma en agobio por no saber donde encaja la siguiente pieza del puzzle. 
La cuestión es que, contrariando cualquier expectativa, lo estoy llevando genial y me está gustando mucho el resultado final. Ahora mismo en casa tenemos un lema: ¨ceder para ganar ¨ ya que es eso lo que estamos sintiendo, que todos tenemos que ceder un poquito de nuestro espacio y renunciar a alguna que otra cosa pero para que las ganancias sean muchas. Es mas, creemos que hasta la casa en sí está ganando.


 Todos estamos esperando la llegada de Roque con muchas ganas pero con absoluta tranquilidad. Iago es el que mas ansioso está, pero tanto Dani como yo tenemos muchas ganas de disfrutar del embarazo todavía. Sabemos que todo pasa muy rápido, por lo que no tenemos prisa por nada. Queremos seguir poniéndole música a Roque cada noche y seguir escribiéndole cosas con la crema a la barriga para hidratarla. Yo personalmente cada día me encuentro mejor con mas energía, es algo raro pero me siento hasta mas ágil.

 Y ahora vamos a la parte mas complicada. ¿Como se hace para meter todas las cosas de un bebe en una casa de poco mas de 600 sqf cuando ya tienes otro niño con un arsenal de juguetes? pues aprovechando absolutamente cada rincón. Nosotros que somos de faiado, rocho y galpón,  tenemos que tener un trastero alquilado en la otra punta de la ciudad, al cual tenemos que ir en taxi cada vez que queremos llevar algo. Pero la verdad es que nos hace un montón de servicio por que allí dejamos maletas, ropa de invierno o verano... en fin todo lo que podemos.

Iago cedió muy amablemente parte de su habitación para poner juguetes de bebé y estamos intentando que ceda su cajonera de pañales XL para poner pañales de recién nacido, aunque he de decir que con poco éxito por ahora. Sí, lo sé, es muy mayor para llevar pañal, pero es algo que tampoco me preocupa demasiado. Él no se siente preparado y por nuestra parte no va a tener presión excesiva para dejar de usarlo.
En nuestra habitación está la cuna, hay que tener cuidado cuando te levantas de la cama medio dormido por que el espacio entre la cama y la cuna es bastante reducido pero bueno aun así, allí está y esas primeras noches que lo hay que poner al pecho cada tres horas va a ser genial solo tener q estirar los brazos para volverlo a meter en la cuna jejejejeje.

 Su cambiador está encima de unas cajoneras, !!!!!benditas cajoneras de Ikea!!!!, ésta sí que fue la idea  mas TOP ( como diría mi hermano.) Aprovechamos cada esquina que quedaba libre en la casa con cajoneras de diferentes tamaños y ahí es donde pusimos toda su ropita, que entre la que hereda de su hermano y toda la que mami le ha ido comprando (no me puedo resistir) tiene un montonazo ya.
 Un par de armarios a la entrada de la casa, un poquito de decoración con stickers para las paredes, unas luces y vualà, casa lista.
 El carro, que aquí es super importante porque lo usas absolutamente para todo, fue quizás una de las cosas que mas nos ha costado y a la que mas vueltas le dimos para decidirnos. Con el Bugaboo bee de Iago estábamos bastante contentos porque era muy manejable, pero cada dos por tres teníamos que cambiar ruedas por que se nos enganchaban en las escaleras del metro. Queriamos uno robusto, pero que se pudiese plegar en una pieza, asi que al final optamos por el Recaro de Babyzen porque ademas se pude usar hasta los 4 años, asi que muchas veces a Roque le tocará ir en la mochila portabebés y a Iago en el carro.

  La hamaca la tenemos por ahora sobre un baúl en nuestra habitación y con la pelota de pilates (con la que hago los ejercicios prenatales) encima. Estéticamente queda muy muy mal pero prontito la hamaca ya estara con su dueño encima y la pelota desinflada.
 Y poco más, dentro de 2 días entraremos en la semana 37 (la semana en la que nació Iago), y puede ser que Roque se anime también a nacer en esa semana. O no, yo prefiero que se espere un par de semanas mas pero como en esto no voy a tener ni voz ni voto, que venga cuando él quiera, que aquí hay tres personas que lo estamos esperando para darle todo el amor del mundo.
 La próxima vez que escriba igual es sobre como es dar a luz en Hong Kong, o quizás no y aún sigamos con barrigola ... se verá!








martes, 11 de agosto de 2015

Nuevo curso...con examen en octubre!!

Para nosotros el año no empieza en Enero, empieza en julio a la vuelta de nuestras vacaciones en España. Comenzamos nueva temporada, nuevo curso escolar, nuevos proyectos y sobre todo, este año mas que nunca, nuevas ilusiones con la llegada de nuestro peque.

Nuestra casa ya empieza a dar señales de que algo va a cambiar. Ya tenemos algún mueble nuevo repleto de ropa mini, recuperamos algún juguete de Iago... pero seguimos sin tener cuna. Y es algo que no podemos demorar mucho mas ya que Iago está súper preocupado y cada noche cuando nos acostamos
 con él para contarle el cuento nos hace la misma pregunta: ¿y dónde va a dormir Roque? No es lo único que le preocupa. También tiene otra duda que le asalta, cuando ve sus pijamas tan pequeños con patucos: ¿cómo va a caminar con esas cosas? Ahora lo tiene constantemente presente, habla un montón de él e incluso le habla a él mucho, cosa que a Roque le encanta. Es escuchar la voz de su hermanito mayor y ponerse a dar patadas. Cuando estamos en la piscina le habla por el ombligo: "yo creo que vas a salir ya". Estamos muy felices de verlo a él tan ilusionado, aunque tenemos que claro que cuando el bebé llegue a casa y ocupe demasiado tiempo y atenciones algún celillo aparecerá.

El embarazo sigue yendo genial, estamos de casi 32 semanas, 8 meses ya madre mía!!!!... se nos está pasando volando. Es mas, me da muchísima pena pensar que queda poco, me encanta estar embarazada y volvería a empezar ahora mismo. En cuanto a los controles médicos seguimos haciéndolos en los dos lados, en el hospital público y en el privado. Es verdad que las consultas en el público asustan un poco, sobre todo cuando llegas allí y ves a mas de 50 embarazadas sentadas delante tuya, y no es una manera de hablar (incluso creo que me quedo corta con la cifra) pero al final va todo rápido. Para mi gusto demasiado rápido, siempre me quedo con ganas de mas de saber mas cosas del bebé, aunque ya se que estando todo bien no se necesita más). En el privado siempre hay mas retraso y la atención no es mejor, mas bien al contrario.
Asi que seguimos contentos con la elección de dar a luz en el público. Incluso hemos conocido a un par de mamàs (extranjeras y locales ) que tuvieron a sus bebes  en el mismo hospital y están encantadas lo cual nos da una tranquilidad muy grande.

Y nuestro niño grande ya empezó las clases en su nueva guardería. A él parece que le gusta y a nosotros por ahora nos encanta ya que el trato con las profes es mucha mas cercano, cosa que nosotros agradecemos porque lo echábamos mucho de menos. Seguimos sin acostumbramos a que la gente sea tan fría y distante.
Estábamos un poco preocupados por el tema del idioma ya que después de nuestras 7 semanas en España decía que non quería hablar inglés ni chino. La verdad es que en un principio antes de irnos de vacaciones nos preocupaba justo lo contrario, teníamos miedo de que no se supiese relacionar bien con otros niños en español ya que aquí solo lo utiliza para hablar con nosotros. Pero fue pisar tierra patria y no hablar ni una sola palabra en inglés. ¡Incluso se soltó con sus primeras palabras en gallego! Los primeros días aquí seguía hablando mas en español y se inventaba las palabras en inglés pero ahora tras un mes parece que todo vuelve a la normalidad.
 Asi que tras casi dos meses empapandose de cultura española y vivencias con abuelos y demás familia, tocaba volver a casa. Fue una despedida dura, muy dura, sobre todo porque van a pasar muchos meses desde que nazca Roque hasta que la familia lo pueda conocer. Sin embargo, según aterrizamos en Hong Kong, Iago miró por la ventanilla y dijo: "oooh mi casita". A nosotros esas palabras nos aliviaron un montón porque fue como sentir que a pesar de lo bien que lo pasa y lo feliz que es allí con todo el mundo, también lo es aquí.

Es duro para los padres expatriados pensar en lo que sentirán sus hijos, sobre todo cuando van creciendo. Tienes miedo de que sientan que no son de aquí ni de allí, de que se pierden cosas... pero también está el otro punto de vista, que es con el que nos vamos a quedar... IAGO ES DE AQUI Y DE ALLÍ, sabe adaptarse y ser igual de feliz con las cosas que tiene en un lado y en el otro y eso seguro que lo convierte en una persona mas abierta, tolerante y optimista. Y eso, que sea feliz, es nuestra única meta, con independencia del lugar del mundo donde nos encontremos. Porque su familia y su hogar se encontrarán siempre donde estemos los cuatro.



martes, 12 de mayo de 2015

Papás en Hong Kong: Uno mas que se suma a la aventura

Papás en Hong Kong: Uno mas que se suma a la aventura: Tenemos el blog olvidado, que desastre, pero hemos decido volver y con toda la fuerza del mundo, y toda esa fuerza nos la da nuestro nuevo...

Uno mas que se suma a la aventura

Tenemos el blog olvidado, que desastre, pero hemos decido volver y con toda la fuerza del mundo, y toda esa fuerza nos la da nuestro nuevo motivo de alegría, el hermanito de Iago que viene en camino.
La verdad es que siempre pensamos que no queríamos tener un solo hijo y no por nosotros, sino por Iago, pero no esperábamos que fuese todo tan rápido. De todos modos, estamos súper felices de que sea así y de que se lleven poco tiempo. 
Ahora que estoy embarazada de 4 meses y medio, empiezo a ser consciente de ello, porque la verdad, al principio era todo muy extraño. Solo podía recordar cosas del primer embarazo y no me podía creer que dentro de mi estaba creciendo otro cosita .
El día 14 de febrero ( somos de enterarnos de estas cosas en fechas señaladas ya que de Iago nos enteramos el día de Reyes) no me encontraba demasiado bien. Pensaba que tenía un catarro de los que hace historia ya que me dolía cada músculo de mi cuerpo, así que antes de tomar cualquier tipo de medicamento, y por mera precaución, decidí hacerme un test de embarazo. El primero lo hice un poco dormida así que como no me podía creer el resultado, (tampoco es que saliese muy nítido que digamos) tiré el test a la basura y me volví a la cama. Mientras desayunábamos Dani me preguntó que si me lo había hecho Sí, pero estaba estropeado!, respondí con rotundidad, ingenua de mi. Como no se quedó demasiado convencido, al volver de llevar a Iago a la guarde me trajo otro test. Me lo hice cuando Dani ya se había marchado de casa. Al rato me escribe y me pregunta el resultado. Uff!! Esta vez lo había dejado olvidado en el baño... Lo miro y veo las dos rayas pero una un poco borrosas. Tampoco me lo creo, pero ya no me quedo tan tranquila. De camino a la guarde paro en una farmacia y me compro un test más preciso. Como no podía esperar, lo hago en un baño de un centro comercial (sitio muy feo para enterarte de tu embarazo...) Y este ya no dejaba lugar a dudas, otro bebé venía en camino. 
Mientras esperaba en la puerta de la guardería no sabia que hacer si llorar o reír. Si ponerme contenta o triste. La cuestión es que se me pasaban mil cosas por la cabeza, otro bebé, en Hong Kong ¡cuando aún tenemos uno que usa pañal y va en carro! En fin la cuestión es que tampoco se van a llevar tan poco por que Iago tiene 2 años y pico y cuando nazca el bebé , en Octubre, ya tendrá tres pero para mi sigue siendo un bebé
¿Como se lo tomó Iago? bufff eso es dificil de explicar. Diría que al principio muy mal decía y repetía una y otra vez ¨no quiero ni hermanito ni hermanita, con el paso de las semanas la cosa fue mejorando y ahora está encantado, habla del bebe como si ya estuviese aquí y le encanta verlo en las ecografías y escucharle el corazón .
En cuanto a la elección del nombre ... madre mía que indecisión. Papá quería ponerle Tian (significa cielo en chino), yo tenía una larga lista y Iago estaba emperrado en llamarle Anxo, de hecho aún ahora le sigue llamando así muchas veces aunque ya lo tenemos totalmente decidido y su nombre será ROQUE.
Pues bien, el hermanito pequeño de IAGO va a nacer aquí en Hong Kong y eso es otra aventura por que aunque el tema de ginecólogos ya lo teníamos totalmente controlado ya que la mayor parte del embarazo la pasé aquí, di a luz en España. Veremos con que diferencias nos encontramos aunque he de decir que hasta ahora estamos encantados con el trato en el hospital público de hecho estamos acudiendo a consultas en el hospital publico y en el privado y tras valorarlo nos ha gustado mucho mas el primero.
Todo son incertidumbres y las mismas o mas inquietudes que con el primero. Y solo una certeza, a nuestro pequeño dragón se le va a unir ahora una cabra, porque ese es el año chino en el que entramos hace un par de meses y en el que estaremos cuando Roque nazca. Y no dejo de pensar que es muy apropiado, porque para tener dos hijos tan lejos de casa, hay que estar un poco como una cabra. ¿Pero sabéis qué? Bendita locura. 





Vuelta al cole

Todo pasa y todo llega. Nunca esta frase tuvo tanto sentido como ahora. En España estáis todos ya en la última fase d...