Estos últimos días nuestro peque ha estado malito. Nada preocupante, un catarro. Tos, mocos y eso. Los médicos no dan mucolíticos a los bebés menores de dos años pero a nosotros nos dolía ver al nuestro sufriendo. Comiendo poco, durmiendo mal...en fin, incómodo.
Diriéis que estamos un poco locos por confiar tanto en la medicina china tradicional, pero es que casi podemos decir que debemos la existencia de Iago a ella. Os explico. Cuando llegué a Hong Kong tras ciertos problemas el médico nos dijo que teníamos muy pocas posibilidades de tener hijos y nos recomendó ir a una clínica de infertilidad. No teníamos prisa, así que no fuimos. Un día decidimos probar la acupuntura, y tras solo dos sesiones de agujas, y un brevaje hecho de mil hierbas diferentes que saben a rayos, mi problema mejoró y pude quedarme embarazada.
Y es que no digo que sirva para todo, pero a veces la medicina tradicional china puede ser de gran ayuda. Al fin y al cabo, miles de años de experiencia la avalan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario